Igualdad de condiciones fue lo que pidió Novak Djokovic a Craig Tiley, director del Abierto de Australia, en nombre de los deportistas en aislamiento.
La detección de varios casos positivos en los tres vuelos en los que llegaban los tenistas -todos ajenos a los atletas - ocasionó que la directiva decida tomara ciertas precauciones: 72 tenistas entraron en cuarentena obligatoria en su habitaciones de hotel. En algunos casos, en pésimas condiciones, como mostraron algunos en sus redes sociales. Esto llevo al número 1 del ranking ATP a exigir que todos los competidores tengan ciertas comodidades.
Material de entrenamiento en las habitaciones, menos días de aislamiento y que se efectúe una mayor cantidad de tests para confirmar negativos, comida acorde al nivel de exigencia física, permiso para visitar al entrenador y el preparador físico y mover a los tenistas a un lugar donde puedan entrenarse son algunos de los pedidos del serbio.
Demandas que considera fundamentales y esenciales para las tres semanas de preparación que hay antes del Gran Slam.
Teniendo en cuenta, por supuesto, que la mayoría no tiene las mismas posibilidades económicas para estar aislado en una zona privada con todos los privilegios, como es el caso de Rafael Nadal, de Serena Williams y o de él mismo en Adelaide.
Entre los perjudicados por la situación están Guido Pella y Juan Ignacio Lóndero, quienes deberán cumplir los 14 días dentro de sus cuarto. Los únicos argentinos que competirán en el torneo estuvieron en el vuelo donde dos pasajeros dieron positivo por coronavirus.